domingo, 27 de enero de 2013

El Lado Bueno de las Cosas, David O. Russell

Penúltimo intento (fallido) de resurrección del género de la comedia romántica by Daniel Reigosa



Título original:
Silver Linings Playbook

Año: 2012
Duración: 120 min.
País: Estados Unidos
Director: David O. Russell
Guión: David O. Russell (Libro: Matthew Quick)
Música: Danny Elfman
Fotografía: Masanobu Takayanagi
Reparto: Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Jacki Weaver, Chris Tucker, Julia Stiles
Productora: Mirage Enterprises / The Weinstein Company



Todos los años, en torno a mediados de enero, se reúnen los académicos de Hollywood para debatir cuáles serán las películas que competirán un mes más tarde por los prestigiosos premios Óscar. Las claves de la reunión parecen siempre las mismas: una película más o menos independiente; las películas de los pesos pesados de la industria; alguna de director novel al que hay que promocionar; cada 4-5 años una extranjera para demostrar al mundo que Hollywood no sólo mira su ombligo; y una comedia aceptada por el público medio, de aceptable calidad, con la que la gente se sienta identificado (al fin y al cabo  es ese público el que mantiene el negocio). Queda, por lo tanto, poco espacio para la nominación de películas que de verdad lo merezcan.

Sólo así se entienden algunas nominaciones, algo forzadas, en los último años, tanto a película (el premio gordo) como a director o actor, y sólo así se puede entender que una película como El Lado Bueno de las Cosas (Silver Lining Playbook), sin ser una mala película, haya conseguido 8 nominaciones, la mayoría de las importantes.

Hollywood (y últimamente el cine francés) sigue apostando por un género manido y explotado como pocos: la comedia romántica. No quedan situaciones atractivas en las que un chico y una chica, que en un principio no se gustan pero que, tras pasar un buen número de penurias, al final descubrimos que están hechos en uno para el otro. Además, este género, suele servir como excusa para lanzar a las "nuevas estrellas" del celuloide (ahora digital).

Mucho de los anteriormente comentado se puede aplicar a El Lado Bueno de las Cosas, una película que si bien es superior a la media del género, tanto a nivel de guión, interpretativo y dirección, no deja de ser una película aceptable, y poco más. Igual el problema de la película es la forma en la que nos la han vendido: que si renueva el género, que si la podría haber firmado Billy Wilder (señores, pongámonos serios), que si la screwball comedy revive en manos de David O. Russell y un sin fin de elogios y críticas, que le han llevado a optar a las mencionadas 8 estatuillas. 

Sí puedo entender comparaciones con la screwball comedy de los años 40 ya que en la película de O. Russell se dan muchas de las características de este tipo de comedias: personajes de clase media-alta; mujer que lleva la voz cantante, con personalidad; cierto grado de locura y anarquía en la toma de decisiones; diálogos ingeniosos y ritmo trepidante. Pero se queda a años luz del ingenio que desprendían las películas de Cukor, Wilder, Hawks o incluso, Capra.

La película empieza con muy buenos mimbres, y aguanta el tipo en la primera hora de metraje. La enfermedad de Pat (Bradley Cooper) está muy bien tratada y bien relacionada con la personalidad de sus padres (Robert de Niro y Jacki Weaver). La cámara, la banda sonora y, sobre todo, la edición y montaje ayudan a entrar en la personalidad de Pat, a entenderlo y a convivir con él. 

Plantea temas muy interesantes como los problemas de juego (encarnados en la figura del padre) y la repercusión de éstos en el seno de la familia; la adicción al sexo (el personaje de Jennifer Lawrence)  los problemas mentales y la difícil adaptabilidad social; y la superficialidad de las parejas de clase media-ata, asentadas, hipócritas y conformistas (tema tratado con inteligencia e intensidad en American Beauty). Pero tras una primera hora en la que se construyen con detalle y precisión todos esos temas, con un humor muy inteligente sin caer en la estupidez y con pequeñas píldoras de locura que hacen pensar que estamos ante una excelente comedia (hay que remontarse a Mejor Imposible para ver una comedia redonda), la película cae estrepitosamente en lo superficial y previsible, para acabar con un final típico de las películas americanas de los 80.

Ni es una de las 9 mejores películas del año, ni tiene un trabajo interpretativo magnífico (los actores están correctos pero nada del otro mundo), ni la dirección es genial (sobre todo en la segunda hora) ni muchas cosas más. Sí se trata de una película muy decente, con toques de humor muy buenos, y bastante superior a la media del género. Lo que sí tengo claro es que a estos dos buenos actores los vamos a ver hasta en la sopa en los próximos dos-tres años. 


Nota VOSP: 4,9 / 10







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