sábado, 12 de enero de 2013

Mis Películas Favoritas - Los Cuatrocientos Golpes, François Truffaut





Título original: Les Quatre cents coups (Les 400 coups)
Año: 1959
Duración: 94 min.
País: Francia
Director: François Truffaut
Guión: Marcel Moussy & François Truffaut
Música: Jean Constantin
Fotografía: Henri Decae (B&W)
Reparto: Jean-Pierre Léaud, Claire Maurier, Albert Rémy, Guy Decomble, Georges Flamant, Patrick Auffay
Productora: Les Films du Carrosse





Son las 00:30 de la madrugada de un lunes cualquiera. Acabo de ver “los 400 Golpes” de Truffaut. Tengo el regusto que se siente cuando acabas de ver una obra maestra, de esas que por alguna extraña razón conectan contigo al 100%, una película que puedes hacer tuya, el corazón late más fuerte y la emoción recorre cada centímetro de tu cuerpo…me quedo varios minutos en el sofá saboreando esta deliciosa sensación que ocurre tan pocas veces, por desgracia.

Me gusta cada plano, cada secuencia, la genial utilización de la cámara, bien sea para narrar con travelings o zooms, para intimar en los personajes, para ser mero observador de la escena o simplemente escuchar a través de una puerta. La cámara aquí es protagonista, es un actor más y Truffaut la maneja con maestría.

Mención especial tienen para mi dos escenas. La secuencia del furgón de policía y, sobre todo, el genial plano secuencia del final, donde se ve a un desesperado Antoine Doinel corriendo mientra la cámara lo sigue hasta su destino. DELICIOSO.








Los actores, muy al estilo del neorrealismo italiano, son jóvenes, desconocidos en la época, que consiguen una dosis muy elevada de realismo y credibilidad. Eso y el estar rodada en escenarios reales y con luz natural le da, a veces, un aspecto documental que arroja elevadas dosis de verosimilitud y cercanía al film. Resulta impresionante la actuación del niño, Antoine Doinel (Jean-Pierre Léaud), que con 14 años consigue hacerse con un papel difícil, lleno de matices y con una soltura impropia para alguien de su corta edad.

El blanco y negro es perfecto, gris cuando tiene que serlo y con alto contraste cuando se quiere resaltar rasgos de la personalidad de los personajes. Los grandes planos de París, desde el plano secuencia inicial hasta varios donde se ve al niño correr entre sus calles son de esos que se te quedan en la retina. Los planos nocturnos está muy logrados, la noche es más real gracias al uso de nuevas cámaras con mayor sensibilidad a la luz, lo que permite rodar sin luz artificial, que hubiese estropeado el clima de la película, dotándola de elementos artificiosos y falsos. Cada plano cuidado al mínimo detalle, ya sea una bajada de escaleras, una conversación en clase de francés o los interiores de una imprenta.









Desconozco si es la mejor de Truffaut, si incluso la mejor de la Nouvelle Vague, lo que sí sé es que esta película ha conectado al 100% conmigo. Gracias François

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