sábado, 19 de enero de 2013

Tabu, Miguel Gomes

De cuando la poesía se hace cine (y otras historias) by Daniel Reigosa







Título original: Tabu
Año: 2012
Duración:  118 min.
País: Portugal
Director: Miguel Gomes
Guión: Miguel Gomes, Mariana Ricardo
Fotografía: Rui Poças (B&W)
Reparto: Teresa Madruga, Laura Soveral, Ana Moreira, Carloto Cotta, Henrique Espírito Santo
Productora: O Som e a Fúria / Radiotelevisão Portuguesa (RTP)


Al salir del cine después de haber visto Tabú, me ha resultado extraño volver a la época actual...tengo la sensación estar viviendo la época de las películas de grandes aventuras y en las que se empezaba a juguetear con el sonido. Tabú es un homenaje al CINE con mayúsculas, pero también es una aportación al mismo en toda regla, demostrando que se puede reinventar un lenguaje ya olvidado convirtiéndolo en fresco e innovador.

La película de Miguel Gomes está dividida en dos partes bien diferenciadas (igual que la película homónima de F.W. Murnau) y con un nexo que actúa de unión entre ellas: el personaje de Pilar (Teresa Madruga), una persona melancólica, con una vida sencilla sin demasiados sobresaltos, racional y con cierta timidez, que le impide tener una vida social plena.


Miguel Gomes propone una confrontación en la historia, ya que la primera parte narra el ocaso de Aurora, una mujer que vive en una paranoia, aficionada al juego, que ha tenido una vida plena pero que no ha envejecido acorde a ella y que ha visto reducido su mundo a tres personas: la mencionada Pilar; Santa, su criada de color; y su hija, que no le hace demasiado caso. La segunda parte cuenta, a través del relato que hace Ventura (un antiguo amigo de Aurora) a Pilar, la etapa de esplendor de Aurora, que se desarrolla en la África colonial, 50-60 años antes.


Propone también una confrontación en la forma, ya que la primera parte está rodada de una manera más convencional, en un elegante blanco y negro, que sitúa la acción en el presente; mientras que la segunda parte está rodada en analógico, con grano, sin sonido y adoptando el lenguaje del cine mudo de los años 20, mientras una elegante y sentida, voz en off (la de Ventura) nos narras las aventuras y desventuras de la joven Aurora.

Confrontación en la narración temporal. Mientras en la primera parte la acción transcurre en el presente, en días, intensificado la acción y la construcción de los personajes con detalles más cotidianos, la segunda está narrada en un espacio temporal más amplio (meses) que nos dan una idea de recuerdo, de historia más grandiosa. La idea de recuerdo también está remarcada por la falta de sonido en los diálogos en los personajes: uno recuerda lo que pasó, con más o menos detalle, pero no lo que se decía en cada momento. Aquí Gomes, utiliza el lenguaje del cine mudo no sólo para situar la acción en el pasado, sino también para potenciar el relato de Ventura, de una manera poética, los recuerdos sonoros corresponden al presente mientras que se acompañan con escenas del pasado, donde los únicos sonidos son los que permanecen inalterables con el paso del tiempo (motor de una motocicleta, una piedra que se tira al agua o incluso una canción).

Y, por último, el autor confronta el tabú de la película, el amor y las heridas que provoca. En la primera parte es la timidez y la soledad, representadas en Pilar, dificultando el acceso a una vida más plena. En la segunda parte, partiendo de una vida plena, el problema vendrá por un amor prohibido, desencadenando en pasión y con consecuencias trágicas. En ambos casos se trata de un amor imposible, aunque por diversos factores.

Tabú es una joya, una película de las que emocionan, sin trampas, elegante, una historia que merece la pena ser contada, con un guión perfectamente adaptado. Ir a ver  la película de Gomes supone un acierto y una experiencia altamente gratificante. Pena que la distribución se reduzca a unas pocas copias y que sólo unos pocos privilegiados puedan disfrutar de este manjar














Nota VOSP:  8,7 / 10

No hay comentarios:

Publicar un comentario